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Foto: jaureguialeida.wordpress.com

Urresti: Un tigre que parece pantera

Graves incidentes que involucraron a testigos del caso Bustíos

Publicado: 2021-02-02

El escandaloso final de los servicios profesionales de la abogada Vanessa Alfaro, que hoy ha renunciado a continuar con la defensa de Daniel Urresti, no es sino una raya más a un tigre que ya parece pantera por lo rayado que está. No es la primera vez que se intenta amedrentar al testigo Jesús Gálvez; el día de su declaración en el anterior juicio oral por el asesinato del periodista Hugo Bustíos, el fiscal Luis Landa denunció que Urresti amenazó a Gálvez, pero no hubo consecuencias para el acusado. Por la reiteración de esta práctica, y la importancia del caso, reseñaremos otros graves incidentes que involucraron a testigos del caso Bustíos.  

La campaña contra Ysabel Rodríguez

Jesús Gálvez no ha sido el único testigo del caso Bustíos que ha sido amedrentado y presionado por el acusado y su entorno. En octubre de 2020, Ysabel Rodríguez fue visitada por Leoncio Ruiz Alanya, testigo de Urresti, y otro sujeto no identificado, quienes le solicitaron no presentarse en el juicio. A Rodríguez Chipana además le solicitaron, a cambio de dinero, firmar una declaración jurada diciendo que no tenía conocimiento de la muerte de Bustíos, que no trabajó en la construcción del muro del cuartel de Castropampa y que no vivía en el caserío de Erapata.

El entorno de Urresti trató de desacreditar el testimonio de Ysabel Rodríguez señalando que era terrorista. Para ello, el entonces jefe de prensa de Urresti, el malogrado Luis Díaz Asto, trajo a Lima a una campesina huantina, Donata Ruiz Palomino, quien difamó a la Sra. Rodríguez en medios de comunicación. A pesar de las fotografías que lo vinculaban y su presencia continua en las audiencias judiciales, Urresti negó su evidente vínculo con Díaz Asto.

Posteriormente, Urresti utilizó al campesino Cristóbal Gavilán, presentando un video y una declaración jurada en las que Gavilán señalaba a la Sra. Rodríguez como terrorista, que habría matado a los padres de Donata Ruiz. Sin embargo, ante los jueces Gavilán admitió que esto era falso, y que no podía ser testigo del caso, porque durante los años de la violencia no vivió en Huanta, dado que estuvo preso en el penal de Lurigancho entre 1979 y 1989 por tráfico ilícito de drogas . Además, el notario César Girón Arana, quien supuestamente había autenticado la firma de la declaración jurada, envió una comunicación a la Sala Penal Nacional señalando que su firma y sellos notariales habían sido burdamente falsificados.

Aunque esta campaña específica no quedó del todo impune, ya que Donata Ruiz fue sentenciada por difamación agravada por el Poder Judicial, no hubo consecuencias por la falsificación de documentos.

Testigos cambiantes, amenazas, testigos ausentes

El testigo que originó la investigación contra Urresti, el militar Edgardo Montoya Contreras, cambió de versión para favorecerlo. Glatzer Tuesta, de Ideele Radio, ya había advertido que sucedería esto, y que la nueva versión se dio a cambio de prebendas. El día que Glatzer Tuesta declaró ante la Sala Penal Nacional, Urresti también intentó provocarlo y amenazó a su abogado, Juan José Quispe, amenazas que también quedaron sin sanción.

Otros testigos ofrecidos por el Ministerio Público no acudieron a declarar en el primer juicio oral, entre ellos Hilda Aguilar, quien también fue testigo presencial. A la luz de las revelaciones periodísticas del pasado domingo, podemos especular razonablemente que podrían haber sido objeto del mismo modus operandi, lo mismo que los testigos de la violación sexual de Rodríguez Chipana y la tortura de José Gálvez.

Lo que ha cambiado, felizmente, es la actitud de los jueces del Poder Judicial, que han pasado de ser tolerantes y complacientes en el proceso anterior a ser bastante más firmes y correctos. La directora de debates fue contundente al afirmar que no toleraría que el acusado Urresti tratase de quebrar el juicio alegando no contar con abogado, advirtiéndole que, si en la próxima audiencia no había designado un nuevo letrado, se le asignaría uno de oficio. Si esta nueva actitud marcará un antes y un después en el procesamiento del caso Bustíos, es algo que veremos con seguridad a partir de la próxima audiencia, programada para el 10 de febrero.


Escrito por

COMISEDH

COMISEDH es una asociación civil sin fines de lucro, con más de 40 años de experiencia en la defensa de los derechos humanos en el Perú.


Publicado en

COMISEDH, Comisión de Derechos Humanos

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